LOS INOCENTES JUEGOS DEL PERRO
Cuando tenia unos 15 años, no recuerdo por que me enganchè a una tabla de ouija, mi mejor amiga Lorena se la comprò como quien compra un monopoly, y asì fue como empezamos, jugamos un dìa y otro, no las pasabamos de 6 a 7 horas con la tabla, ya esto parecìa un vicio.
Pero un dìa nos cansamos de hacer siempre lo mismo y decidimos invocar a Satanás, preparamos todo bien, luces apagadas, velas negras y blancas un sitio amplio y limpio etc. Y empezamos; al principio no pasaba nada pero después de un rato corría un airecillo fresquito entonces el puntero empezó a moverse las letras una por una hasta decirnos que era Satanás y que no saldríamos vivos.
Ya con leer esto se me pusieròn todos los pelos de punta entonces cerré los ojos y los abrí y me di cuenta que no saldría de hay sin cerrar la seción, nos amenazaba atacandonos con sonidos, la puerta de la casa se abría y se cerraba, los espejos estaban empapados en vapor y las velas apagadas, también se apareció una mujer con un onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-lF9mRCdxHgqY7PRbZIzFQHYPC2wr7QzMWS7ZueSnnAOI_Shtu1KN_dcQQ61gaNeo4-nZnTyiCLciJdAH3NbMvZP-8EhSLc79tySyLyUuNkFKNAwJEWm0obVjpVzNBTW-kxt7avy-yppi/s1600/la+ouija">
Después de todo lo ocurrido se largo y tuvimos una crisis de pánico. Pasaròn varias noches y todo marchaba normal hasta que un día mi madre comenzó a portarse extraño, por todo me regañaba cosa que a mi me molesto, así que decidí quedarme unos días en casa de mi amiga Lorena. En la casa donde aquella vez habíamos jugado la ouija esa donde pasaròn cosas horrendas.
Cierto día mi amiga Lorena empezó a comportarse muy extraño ella sufría de fuertes fiebres que la hacían estar en el hospital, siempre estaba enferma, super delgadita y nadie se explicaba que pasaba; cierta vecina una vez le dijo que en su casa estaba el diablo porque en las noches se escuchaban gritos desgarradores, así como rizas espantosas o sombras en las paredes en fìn los padres de Lorena no hicieròn mucho caso hasta que Lorena empezó a manifestar otras facetas, le daban convulsiones se empezaba a retorcer o algo así, volteaba los ojos, sacaba espuma de su boca y ahora si la llevaròn a un sacerdote, por que ahora si no sabían que tenìa, el sacerdote dijo que la niña debía ser bautizada inmediatamente para lo cual mi mamá fue su madrina. Sin embargò no terminò hay, cada vez se ponía peor en la casa era insoportable vivir, se cimbraba todo el piso cuando Lorena empezaba a retorcerse, las carcajadas se escuchaban muy fuerte, la atmósfera que embargaba la casa era tétrica y aterradora y yo sabìa que se estaba cumpliendo lo que Satanás nos dijo aquella vez.
Un dìa cuando nos encontrabamos las dos me dì cuenta que tenìa la misma cadena que tenìa el espanto de aquella ves, quise quitarsela pero no podìa; en uno de mis intentos me tube que alejar porque la cadena comenzo a ahorcarla, los ojos se le frotaròn y estaba convulsionando yo sabìa que era el diablo y lamentablemente se cumplio su profecìa, habìa matado a mi gran amiga, llorè desesperada estaba segura que muy pronto me matarìa, mas la forma no la sabìa, me fui de esa casa y me contente con mi mamà.
Meses después la mamà de la difunta style="font-family: lucida grande; color: rgb(255, 0, 0); text-align: justify; font-weight: bold;">
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ResponderEliminaresta muy bien su cuento la felicito tiene una exelente imaginacion ^^
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