En un bosque muy Eleanor, bello y floresido se encontraba un león egoista y gruñon. Pero también estaba un Ratón con unos enormes dientes, y super amigable.
Cada vez que el León veía al Ratón le gruñia, pero al ver que lo ignoraba más se molestaba.
Un día bello, el sol radiante y el lugar floresido. El Ratón se acerco al León sin ningun temor.
--¡Hola León! e venido hablar contigo porque quiero hacer las pases.
--Ja; ja; ja yo no hagó las pases con mi comida. El Ratón dió media vuelta y se fue muy triste.
Llegó la tarde y los cazadores querian atrapar al León. El durmiendo recostado a un árbol, cuando de repente el siente que lo estan amarrando.
El Ratón al ver que se lo llevaban, corrió y con sus enormes dientes pudó romper el mecate.
Al liberar al León salieron corriendo a su cueva, donde se quedaron mientras que los cazadores se iban.
--¡Gracias Ratón nunca pensé que me ibas a salvar a pesar de lo mal que te he tratado. --No nada que agradeserme para eso estan los amigos en las buenas y en las malas.
A partir de ese momento son los mas unidos del bosque. Se la pasan cantando, corriendo, jugando y sobre todo compartiendo.
18 may 2010
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