Era una vez, en una ciudad muy actualizada, una adolecente llamada Liis, estaba llegando nueva al liceo, todos la miraban, y ella se decia asì misma:
-¿Què me ven, acaso creen que llego una estrella de LAS VEGAS o algo parecido?
Luego escuchò un timbre que le aturdia tanto que deceaba critar, pero el timbre inesperadamente cesò, y se diò de cuenta que todos ya habian entrado a clases, cuando de repente, saliò corriendo sin pensarlo dos veces al salòn acordado al que le habian indicado un dìa antes de llegar al liceo.
Cuando llegò al salòn, al habrir la puerta que no tenia pasador, todos la miraròn nuevamente indiscretamente, y decidiò sentarse sin decir ni una palabra. La profesora la estaba mirando y luego la llamò para presentarsela a sus compañeros, diciendole con voz dulce y educada:
-¡Liis bienvenida mucho gusto, yo soy tu nueva profesora te darè Historia Universal! ¿tienes algo que decir a tus compañeros?
Liis sin dejar de observar a la profesora fijamente como estaba bestida dicimulando que tenia unos zapatos marrones, una falda verde oscuro, una camisa con un amarillento color tirando a mostaza, se diò de cuenta de por que daba la materia de Historia Universal, si parecia que habia salido de la època de la pre-historia, sin dejar de que se le escapara el gran nunar que tenia en casi todo el centro de la narìz.
Luego de haberse presentado, se sentò en su pupitre correspondiente, y miro a todos los estudiantes observando, que una bestiancomo esas niñas mala conducta, con falda corta negra, zapatos convers verdes con trensas de diferentes colores, con medias largas que le llegaban casi a las rodillas y de rayas negras, con una camisa medio corta que si alsaba los brazos se le podia ver el hombligo, unas argollas grandes de metal y pintada con los labios de un color roxa llamativo, las pastañas con risme, y los cachetes con rubor, y para poco masticando chicle, en fin era completamente la niña mala del cuento.
Luego de haber terminado la clase, la mala conducta del salòn se hacercò caminando de una forma menos apropiada contoniandoce de un lado al otro sin importar lo que los demas decian y enrrollandose el chicle en el dedo , y me preguntò:
-¿De donde salistes tu del escaparate de tu mami o de el de tu abuelita?
Sin esperar una respuesta de la boca de Liss, se alejò caminandon nuevamente sobrada y llena de orgullo.
Luego se le asercò una compañera de salòn y le dijo sin conocerla ni nada:
-¡No le hagas caso no vale la pena igual no te preocupes lleva 20 amonestaciones y
19 may 2010
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