Había una vez un grupo de indígenas que se encontraban perdidos en la selva, su jefe se llamaba Yoraco, los que se encontraban con el era: Tiuna, Kumanayú, Jirajara, entre otros.
Sin hallar que hacer por la desesperación y por el hambre que tenían, comenzaron a recorrer la selva para ver si se encontraban algunos materiales que les sirvieran de ayuda para poder cazar un animal y así poder alimentarse.
Al día siguiente, el indio Kumanayú dio una buena idea. Se trataba de realizar armas con las piedras y palos que se habían encontrado el día anterior, a lo que el cacique Yoraco respondió:
Excelente idea Kumanayú de donde la sacaste.
Solo estaba pensando un poco ayer y esto fue lo que surgió de mi mente.
Se propusieron ir a cazar con las armas realizadas el día anterior, se embarcaron Yoraco, Kumanayú, Tiuna, Jirajara, y otros más por si surgía un imprevisto.
Al llegar a la otra orilla del rio caminaron horas y horas sin encontrar nada. En la mitad de la selva todos se detuvieron y se quedaron sorprendido al ver un dios que le dijo:
Yo soy el dios de los dioses, de la selva, de la caza y de la pesca no pierdan su fe que muy pronto encontraran que comer.
Ellos se quedaron impactado por lo que el dios le dijo, en ese momento se escucho un ruido y todos hacían silencio para ver de donde provenía este extraño sonido. Cuando se acercaron vieron que era un gran animal, el cacique Yoraco dio la orden de atacarlo. Estos indígenas comenzaron a puñalear al animal hasta el fin causarle la muerte. El indio Tiuna descubrió que muy cerca de donde se encontraban había una cueva que ellos podrían habitar, el le informo al cacique Yorako de lo que había encontrado, entonces Yorako le ordeno a los otros indígenas que recogieran todas sus pertenecías y fueran con sus familiares a refugiarse en esa cueva abandonada.
Después de haber llegado a la cueva el cacique le dijo:
Bueno es la hora de festejar la gran hazaña que hemos realizado el día de hoy. ¡Es hora de comer!
Jirajara: eso es cierto jefe es la hora de comer.
Ellos empezaron a recolectar la sangre del animal y luego se comieron las presas del animal cruda por el hambre y la desesperación que tenían.
Luego de haberse alimentados el hijo de Jirajara que apenas tenia 5 años quiso experimentar con la sangre del animal, el comenzó a pintar sobre las rocas de la cueva. El indio Tiuna se dio cuenta de esto y fue de inmediato a infórmale al cacique Yorako de lo que estaba ocurriendo.
Señor su hijo a descubierto al grandioso, tenemos algo que mancha y se puede pintar en la roca de la cueva.
El cacique entro a ver lo que había realizado el hijo de Jirajara y se quedo impresionado por lo que estaba estampado en la roca de la cueva.
Tiuna comento una idea sensacional.
De ahora en adelante podremos pintar los sucesos de nuestra vida diaria en las rocas de la cueva. También podemos ligar la sangre de los animales con el onoto y así pintar mejor las escenas.
Al día siguiente el cacique Yorako le ordeno a su seguidores que volvieran a cazar otro animal y recolectaran la sangre de este para ver si daba el mismo resultado que el anterior.
Ellos obedecieron la orden que le encargo el cacique.
Al final del día se dieron cuenta de que había dado el mismo resultado que el anterior; esta tribu empezó a analizar lo que significaba la imagen que había realizado el hijo de Jirajara, llegaron a la conclusión que podía ser la garantizacion de su casería, ellos a esto lo llamaron pintura sobre roca.
Ellos pintaban escenas y mas escenas esta vez eran de significado mágico, pintaron animales y su significado era la de la abundante caza, luego de haberse adaptado a su nuevo hogar ellos querían perfeccionarse en la pesca y la recolección de frutos y fue allí donde se volvieron sedentarios.
Después de varias semanas de caza y de pesca llego otro grupo de indígenas, su cacique se llamaba Piedra Negra el cual en su llegada se encontró con el indio Tiuna y le pidió que si podía llamar al cacique de su tribu.
Tiuna: señor allá afuera lo solicita un hombre que parece ser el cacique de otra tribu.
Yorako: esta bien hazlo pasar no hay ningún problema.
Tiuna obedeció las ordenes de yorako y le dijo a piedra negra que pasara.
Piedra Negra: mucho gusto señor mi nombre es piedra negra y vengo en busca de paz.
Yorako: un placer conocerlo mi nombre es yorako.
Piedra Negra: solo necesito darle vivienda a mi gente, por eso acudí para acá a buscar ayuda.
Yorako: no se preocupe de ahora en adelante serán parte de nuestra familia y habitaran con nosotros.
Jirajara: por favor guía a esta tribu hasta la cueva mas cercana, y prepare una fiesta para celebrar esta noche con nuestra nueva familia.
Jirajara obedeció las ordenes de yorako y los guio hasta la cueva.
Esta noche fue muy divertida, se emocionaron todos y hasta se enamoraron algunos. Kumanayu conoció a una india muy bella y hasta se caso con ella y asi formaron una familias.
Todos ligaron sus costumbres y aprendieron nuevas cosas tanto la tribu de yorako como la de piedra negra.
Desde ese momento decidieron, dividirse por familia por que así tendría mayor privacidad.
Después de haberse agrupado en orden. Ellos decidieron ir a cazar pero esta vez con un grupo mas grande, y así poder conseguir mas comida para satisfacer la necesidad de toda la tribu.
Ellos se dieron cuenta que en la unión esta la fuerza, el que persevera alcanza y el apoyarse mutuamente dan resultados satisfactorios.
Elaborado por:
Román Carlos.
Saavedra Milangela.
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